
No sé si es cuestión de principios o de ser como uno es. El caso es que los principios de uno empiezan al principio, desde niño, se supone. A veces las circunstancias son capaces de hacerlos cambiar, de repente estas ahí y no aquí, así por arte de magia eres algo como por ejemplo una lechuga. Has pasado de zanahoria a lechuga, y en vez de un conejo ahora se te comen los gusanos.
Das un salto y pum, tatachaaaan, una pera, bueno más jugosa, más sabrosa, aunque la gente prefiere la manzana por esto de que engorda menos, otro pasito y ¡¡catapumchispum!! eres una tarta enorme, de chocolate, empalagosa y pesada, acabas en la basura...y...lo siento ya no hay más historia.
Das un salto y pum, tatachaaaan, una pera, bueno más jugosa, más sabrosa, aunque la gente prefiere la manzana por esto de que engorda menos, otro pasito y ¡¡catapumchispum!! eres una tarta enorme, de chocolate, empalagosa y pesada, acabas en la basura...y...lo siento ya no hay más historia.
Lo importante no es el aspecto, es la actitud.
http://www.youtube.com/watch?v=w3Jv7mRxyuA
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