viernes, 19 de noviembre de 2010

Es como ver el tiempo, a veces dicen que va a llover, otras, que hará sol, pero realmente no son capaces de tener el 100% de probabilidades sobre lo que pasará. Tomas decisiones con ton y con son, saber que quizás después llueva o no. Llegar mojada a casa o sudando, quizás sólo sea el momento y la señora de enfrente  no vuelva a mirar desde su terraza, pero sé que lo hará. Es  decir, no sé lo que puede pasar en mi vida cada día, pero me gusta observarlo, al menos.

Huir de lo esperado o escaparte de lo sabido por todos llegando a sorprenderles es una virtud que pocos quieren tener. Las cosas suceden y nosotros tenemos que dedicarnos a asimilarlas, nada más. Así que no debería quejarme por tener sentido común o por padecerlo.

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