martes, 23 de noviembre de 2010

Cafeteras italianas, he tardado como dos meses en conseguir una. Es curioso que una puta cafetera que cuesta 13 euros me la hayan tenido que regalar antes de comprármela porque si no, no había manera. Esto es como todo, lo que más queremos nos lo tienen que mostrar o dejarlo en el buzón para que finalmente lo disfrutes. El caso es que a mi me gusta el café recién hecho y fuerte, soy cafetera, de las que les gusta el café, vamos. Luego queda el cigarrillo, que en estos días me he fumado como 2 diarios, ya que no tengo carácter económico y no sé llevar bien mis cuentas. Las cuentas, el gran problema, ese momento en el que te das cuenta que los macarrones son más caros, pero bueno para eso están las marcas blancas que van muy bien. Marcas blancas que solucionan  ciertos problemas, cosa que también podríamos aplicar a otras ''cosas'', pero bueno ese no es el tema. Volvamos, hablaba de café. Empecé a tomar café espresso por un americano con el que me crucé, y decidió hablarme e invitarme, ''ooooh'', el cortado es lo de siempre, lo que se toma en mi casa, y el café con leche lo que tomo con las amigas, incluso tomaba en verano café descafeinado con leche y hielo, que estaba como más dulce. Y no voy hablar del momento ''sacarina porque estoy a dieta''.

En resumidas cuentas: ''El día que me quieras, café'' como aquel bar de Zaragoza.

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