miércoles, 17 de febrero de 2010

Verdades como puños






El caso es que si te digo que te quiero no me lo perdonaría, no puedo permitirme pedirte que vivamos juntos y menos a estas alturas, desde que aterricé en esta tierra no quiero volver al cielo, tengo vértigo por aquel problema con mi paracaídas.

No necesitas que escriba en tu piel si sabes que acabaré arañándote, no es lo correcto que vuelva a ti si solo pienso en mí, no debes intentar juzgarme y declarar mi pena de muerte cuando hace tiempo que desaparecí.

Deja de compadecerte de ti misma y mira atrás, no fue tan mal, estas aquí, estamos aquí, pero no lo haremos. Pasó aquel caballito de tiovivo tan rápido que tus manos de madera se partieron, pero siempre puedes tallarlas, darles forma y belleza, hacerles sentir, y olvidarme.
La roca se agrieta y el agua se coló en la mía.
Ya sé que es difícil entenderlo para ti, que estas ahí arriba, al menos piensa que las nubes te acarician con suavidad.

Esto no es un adiós, simplemente no mereces que suceda.


http://www.youtube.com/watch?v=AAexiEK19G8

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