Puedo decir que adiós a las pocas personas que han perdido su tiempo leyendo este tiempo mis absurdos y no tan absurdos comentarios, adiós a mucha imaginación mezclada con realidad, adiós a noches pensando frases ingeniosas, adiós a todo lo que me removía por dentro y por fuera para poder escribir y reflejar mi mañana, mi tarde y mi noche. Adiós a los cambios de estado anímico, a la furia, a la alegría, a la pena, al dolor, a la felicidad, a la excitación, a la ilusión y a la pasividad. Así que lo único que puedo decir, es Adiós.

Bienvenida, calma.