jueves, 3 de febrero de 2011

Ayer mediante una conversación totalmente etílica comentábamos lo que Madrid nos ha decepcionado en cuanto al tipo de gente que frecuenta esta maldita ciudad. En la superficie todo vale, y nosotros nos preguntábamos dónde se había perdido lo interesante, la buena conversación y la humildad, sobre todo la humildad. Digamos que con pesar 45 Kg, medir 1,75 , llevar gafas grandes, meterte todo lo comprable, bailar con la cabeza alta y escupir a la gente está todo hecho.

Con lo bien que sienta un buen vino calmado. Ya vienen...



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