jueves, 9 de diciembre de 2010

Se secará la tinta de mi bolígrafo antes de cumplir mi sueño. Comprobarás que he estado todo este tiempo sintiendo mi cuerpo como una lata de conservas, que duran pero pocas veces se abren. Tocar la luna no es lo primero, empezaré con mirar las estrellas, las analizaré, e incluso aprenderé las constelaciones, sólo por propio interés. Lo haré a escondidas, me beneficiaré de mis pensamientos y de mí, dejando atrás todo lo que pude llegar a vivir en ese cajón, el de las conservas. Una enumeración más: lentejas, garbanzos, quizás llegue a los congelados y sea un guisante. Pero ahora toca cocinarme, probarme y saltar como agua con aceite. No quiere decir que la mezcla sea mala, las cosas cambian, evolucionan, por suerte. Así que no hago nada aquí guardado, pondré mi fecha de caducidad temprana para descubrirme, y que me descubran. De esta manera es como cambiaré lo que todos creían que era monotonía.

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